lunes, 27 de febrero de 2012

SENSACIONES

                                         
                                            SENSACIONES

              

        Atardecer en Sevilla, dorados y alberos reflejan con brillos las paredes de los edificios, el sol quiere retirarse a su refugio y en su retirada los ilumina fugaz y timidamente.


      Me encuentro sentada en una de esas cafeterías con solera y sabor añejo de mi ciudad. Observo el discurrir de la gente, frente a una humeante taza de café, con esa rica espuma como nubes flotando ingrávidas y ese penetrante olor que desborda los sentidos a media tarde.

       Trato de obtener respuesta, la respuesta a que me ha traído aquí?  me encuentro sola, entre tanta multitud; viene a mi mente esta última etapa de mi vida, mis miedos mis debilidades.
  Necesito desconectar de todo, incluso de mi misma, porque me encuentro en una penumbra de ausencias y soledades.
    Las personas que avanzan con sus pasos por la calle, van despreocupados algunos acelerados con prisas
ay...esa necesidad imperiosa de correr y precipitarnos a todo.
     Mientras escribo, una pareja me observa, no sin cierta extrañeza al verme aquí sentada escribiendo, su intriga me hace esbozar una sonrisa.
  En mis pensamientos me remonto atrás en el tiempo y constato con claridad la intensidad de los momentos
vividos en esta úlltima etapa, ha sido emocionante, vibrante, bonita, fugaz...efímera , la realidad de algo que no se ve pero se siente.
    Había despertado de un letargo en el que he estado por muchos años inmersa, perfecta hija, perfecta madre, perfecta esposa, simplemente perfecta...
      Intentando siempre dar, dar lo mejor de mi en cada momento cada segundo de mi existencia, pero olvidándome de mi misma.
   Me dí cuenta de la hermosura de la imperfección y desde entonces la busco desesperadamente, porque esa imperfección a la vez maravillosa y contradictoriamente perfecta, me hace reir, llorar, sufrir, desear, disfrutar en definitiva vivir, estaba varada en mi propia existencia, sumergida en rutina, desalentada y vacía.
  Creí erroneamente que esos tiempos perfectos, eran de esplendor, pero era laxitud en el vivir.
      Algo en mi cambió un día volvió a mi la niña que perdí, esa que apenas descubrió la adolescencia y es que me até tan pronto...para ser perfecta.
 Y sentí emociones verdaderas o al menos eso pensó, este ahora palpitante corazón, me vi sumida en una preciosa imperfección en la que hubiese permanecido de por vida.
    Mientras observo una porción de tarta, me viene a la memoria una imagen de mi niñez en Barcelona, un pedacito de coca catalana de piñones...uyyy cuanto me gustaba! mi madre solía comprármela en una panadería cercana a casa de humildes dimensiones, pero de ricos dulces y panes.
           Me encantaba saborearla y la comía despacio sin ninguna prisa, quería que durara...durara, como quiero que duren las cosas que quiero, las personas que amo, lo que me gusta...
      Siempre he dado una imagen de tranquilidad pero he sido inquieta, de no tener sueños pero los tenía soñaba despierta, hablaba en mi silencio, es tan hermoso ser, ser uno mismo aunque el mundo no lo apruebe, aunque busquen en ti a quien quieren ver y no lo encuentren, que mas da si eres tu y lo sabes.
      Se que me equivoco, pero es exultante por unos instantes sentir y soñar que puede ser realidad todo lo que me proponga, porque vengo cargada de regalos de mi misma esencia, de mi verdadero yo y eso...eso
no tiene precio. algunos no verán , pero otros serán a quien ofreceré ese regalo lo mejor de mi...
            Me voy empieza a oscurecer...




        

No hay comentarios: