UN HIELO EN EL ALMA QUE NO ME DEJA
Así de esa manera describía un gran amigo y poeta mexicano, su visión sobre mi en un instante, y decía:
" No me gusta saber que sufres que tienes un hielo en el alma que no te deja ver las primaveras".
Con que sencillez describió mi estado anímico...
Más que en una primavera, estaba sumida en un cálido verano de esos que te gustan y que dormitan a altas horas, con esa luz tan primigenia y llena de vida, con esa ilusión desmedida que solo la da el calor del estío en el alma.
! Cuanto disfrutaba ¡de esas noches de luna, tendida sobre el tapiz rojo al relente de mi azotea, viendo estrellas imaginando que hay más que granos de arena del mar.
O esas mañanas claras, con luz de sol entrando por las ventanas, o sentada en la terraza dejando que los rayos iluminen mi blanca piel estando acompañada.
¿ Porque de las turbaciones sin calma, porque tantas inquietudes que no abren balcones ni rejas ni dejan vivir sin trabas?...
Ese deseo imperioso, mordaz, que daña, que obliga a salir huyendo a ningún lugar, de empaparse de sudor desmedido para no ser... para no ser nada.
Donde esta el amor ese del que tanto hablo y vence mil batallas? donde ese caballero que las asalta y esquiva sin temor las emboscadas.
No existió ...
Tan solo fue un corazón de papel ajado que no siente ,ni padece y que el calor del estío o la tibia primavera... le deja indiferente...
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