martes, 21 de febrero de 2012

AVENTURARNOS A VIVIR

                         
                                         AVENTURARNOS A VIVIR

                 

             Como aventurarnos a vivir, cuando se es inseguro, o se tiene miedo, o sentimos trabas, o vemos ataduras donde no las hay? es existencialmente muy complicado.
    El ser humano sin excepción, sin importar , creencias, ideologías o filosofía de vida necesita esa adrenalina, que supone el arriesgar, porque arriesgar en definitiva, no es más que una apuesta por la vida.
Apostar es hacer desaparecer todas esas trabas mentales que no existen más que ahí en la mente.
   La mente es compleja, muchas veces enrevesada .
    Hace relativamente poco tiempo leí un artículo, publicado por una psicóloga, con un sugerente título " ¿Tienes bote salvavidas?.
    Ella argumenta en su artículo que el instinto de supervivencia no es simplemente intentar sobrevivir, que necesitas apoyarte en algo para salir adelante.
   Habla también de la autoestima que el ser humano debe tener, para sobrevivir, ella explica que es algo con  lo que no se nace, pero que se puede trabajar para poder adquirirla y de esa forma poder identificar de un modo real, nuestras luces y sombras, virtudes y defectos, para así reforzar de alguna manera nuestro YO.
       Lo que sucede es que algunas veces en mi opinión, nos apoyamos en botes salvavidas equivocados, incluso diría que la autoestima, quererse a uno mismo, creerse capaz y poder valorar de una manera ecuánime esos defectos y virtudes es decir tener una percepción evaluativa de uno mismo, va a depender en gran medida de quien tengas a tu lado para apoyarte, es decir tu bote salvavidas.
   Porque es muy difícil salir a flote si ese salvavidas, no cumple con los requisitos mínimos e indispensables y ese kit de supervivencia , para poder arribar a buen puerto y sentirse bien  seguros.
       Aunque en algo estoy muy de acuerdo en el citado artículo y es que el timón de ese bote es solo nuestro y nosotros solos, somos los que podemos llegar a ese puerto por nosotros mismos, con nuestro esfuerzo y nuestra libertad para poder escoger el rumbo donde orientar ese timón .Esa libertad la da una mente libre de todas las ataduras, inseguridades , trabas y miedos.
   Si apostamos por sacarle partido a la vida, ; que solo es una; escogemos bien el bote,  respiramos hondo, soltamos lastre, llevamos carga ligera y remamos decididos hacía delante, la aventura de  vivir será plena.
   La mente nos puede perturbar o decepcionar, pero si la ponemos al servicio del corazón se vuelve una valiosa aliada...